EL PH DE LA PIEL
El pH es una parámetro que sirve para medir la acidez o alcalinidad de la piel, y que se encuentra en la capa más superficial de esta, de manera que puede verse alterado por diferentes agentes externos. A lo que se refieren sus siglas es al potencial de hidrógeno presente en la superficie cutánea, y que se expresa y mide en una escala del 0 al 14: el 7 es el punto medio y por tanto un pH neutro, por debajo de 7 hablaríamos de un pH ácido y por encima de 7 se llama pH alcalino. La piel normalmente tiene un pH ligeramente ácido, con valores que oscilan entre 4.5 y 5.5, aunque varía según la parte del cuerpo y de factores como la edad, género y estado de la piel.
¿Por qué es importante el pH de la piel?
El pH ácido de la piel desempeña un papel importante en su función de barrera protectora, ya que ayuda a mantener la integridad de la capa córnea, que es la capa externa de la piel, y protege contra la invasión de microorganismos dañinos como bacterias y hongos. Además, puede ayudar a retener la humedad en la piel y mantenerla hidratada. Por ello, esta acidez natural es esencial para la función saludable de la piel y por otras razones fundamentales:
-Función de barrera: La piel tiene una barrera natural que la protege de agresores externos como bacterias, virus, hongos y sustancias irritantes. Esta barrera está compuesta por la capa córnea, la capa más externa de la epidermis, por lo que un pH ligeramente ácido en la superficie ayuda a mantener la integridad de esta barrera, lo que la hace más resistente a los patógenos y menos susceptible a la irritación.
-Mantenimiento de la microbiota cutánea: La piel está colonizada por una variedad de microorganismos beneficiosos conocidos como microbiota o flora cutánea, que desempeñan un papel importante en la protección contra patógenos dañinos y en la regulación de la función inmunológica de la piel. Nuestro pH influye en la composición y actividad de esta microbiota, por lo que un pH ácido crea un entorno menos favorable para el crecimiento de patógenos y mas favorable para los microorganismos beneficiosos, lo que ayuda a mantener un equilibrio saludable en la piel.
-Regulación de la secreción sebácea: El pH de la piel puede influir en la producción de sebo, la sustancia oleosa que ayuda a lubricar y proteger la piel. Un pH adecuado puede ayudar a regular la producción de este, lo que es importante para prevenir problemas como el acné y la piel grasa.
-Eficacia de los productos para el cuidado de la piel: El pH de la piel puede afectar la eficacia de los productos para el cuidado de la piel, ya que algunos ingredientes, como los ácidos exfoliantes (ácido glicólico, ácido salicílico) son más efectivos a ciertos niveles de pH. Por lo tanto, los productos formulados con un pH específico pueden maximizar la eficacia de estos ingredientes.
No obstante, el equilibrio del pH puede verse afectado por diversos factores, como el uso de productos para el cuidado de la piel con un pH inadecuado, el envejecimiento de la piel, condiciones médicas como la dermatitis atópica y la exposición a factores ambientales como la radiación ultravioleta del sol. Mantener un pH equilibrado en la piel es importante para su salud y apariencia general.
¿Cómo puedo mantener un pH óptimo y equilibrado?
Los productos que respetan el pH natural de la piel son más propensos a ser suaves y no irritantes, mientras que los productos que alteran el pH pueden causar sequedad, irritación y otros problemas cutáneos. Por lo tanto, es importante seleccionar productos para el cuidado de la piel que estén formulados para mantener o restaurar el pH natural de la piel. Además de ello, te resumimos algunas consideraciones que tambien ayudarán a respetar y cuidar de él:
–Usar productos suaves y con pH equilibrado: Utiliza limpiadores faciales y corporales que estén formulados para mantener el pH natural de la piel. Busca productos que sean suaves y no irritantes, y que tengan un pH ligeramente ácido, cercano al pH natural de la piel.
–Evitar productos agresivos: Evita el uso de productos que contengan ingredientes abrasivos o alcalinos, como el jabón de barra tradicional, que pueden alterar el pH de la piel y causar sequedad y irritación. Opta por limpiadores suaves y sin jabón que respeten el equilibrio natural.
–Limitar el uso de agua caliente: El agua caliente puede eliminar los aceites naturales de la piel y alterar su pH. Trata de limitar el tiempo que pasas en la ducha o el baño y utiliza agua tibia en lugar de agua caliente.
–Hidratar la piel: El uso de cremas hidratantes y humectantes puede ayudar a mantener la piel hidratada y protegida, lo que a su vez puede contribuir a mantener su pH equilibrado. Busca productos que contengan ingredientes como ácido hialurónico, glicerina y ceramidas para ayudar a reforzar la barrera cutánea.
–Evitar exfoliaciones excesivas: La exfoliación excesiva puede dañar la barrera cutánea y alterar el pH de la piel. Limita la frecuencia de exfoliación y utiliza productos suaves que no sean demasiado abrasivos.
–Proteger la piel del sol: La exposición excesiva al sol puede dañar la piel y alterar su pH. Utiliza protector solar diariamente para proteger la piel de los daños causados por los rayos UV.
–Seguir una dieta equilibrada: Una dieta rica en frutas, verduras y otros alimentos saludables puede ayudar a mantener el equilibrio del pH en el cuerpo, lo que a su vez puede beneficiar a la piel. Trata de limitar el consumo de alimentos procesados y azucarados, que pueden contribuir a desequilibrios en el pH del cuerpo.
Al seguir estos consejos y mantener una rutina de cuidado de la piel adecuada, puedes ayudar a mantener el pH de tu piel equilibrado y promover una piel sana y radiante.