EL DRENAJE LINFÁTICO MANUAL
El drenaje linfático es una técnica terapéutica que se utiliza para trabajar sobre el funcionamiento del sistema linfático, que forma parte de nuestro sistema inmunológico. En sí, esta acción puede brindarse de forma manual, a través de manipulaciones similares a las de un masaje, o bien mecánicamente mediante aparatologia como la presoterapia. En este caso vamos a describir cómo es que podemos lograr este drenaje de forma manual, a través de un procedimiento que se realiza mediante movimientos suaves, superficiales y rítmicos que ayudan a movilizar un líquido llamado linfa.
¿Qué beneficios tiene esta técnica?
Este líquido transparente es responsable de transportar nutrientes pero también de recoger desechos y toxinas para su expulsión del cuerpo. Además, ayuda a prevenir la retención de líquidos, la cual puede generar inflamación o esa característica hinchazón de piernas que da lugar a la sensación de pesadez en ellas. No obstante, al mejorar el funcionamiento del sistema linfático reforzamos también la respuesta de nuestro sistema inmunológico. Por ello, dicho sistema, incluida la linfa, juega un papel crucial en el drenaje de fluidos y la eliminación de desechos del cuerpo, por lo que son fundamentales para mantener la salud y el equilibrio interno del organismo.
A nivel estético, el drenaje linfático también es útil para mejorar la salud y aspecto general de nuestra piel: ayuda a mejorar la circulación sanguínea, lucir una piel radiante y más saludable, y la eliminación de toxinas favorece el tratamiento de afecciones como la celulitis. Además, la sutileza y suavidad de los movimientos para el drenaje pueden inducir a un profundo estado de relajación y bienestar, aliviando así tensiones y estrés de nuestro cuerpo.
¿Cómo se realiza el DLM?
Existen algunos puntos clave sobre cómo hacer un drenaje linfático: el primero es el tipo de movimientos, porque estamos acostumbrados a las maniobras de un masaje en las que se ejerce un tipo de presión controlada y el ritmo puede ser variable. Pero en este caso, las maniobras de un drenaje linfático son aún más sutiles, apenas sin presión, superficiales y siguiendo el recorrido de los vasos linfáticos. Su objetivo es guiar la linfa a través de estos vasos que conducen a los diferentes ganglios linfáticos. Ellos son los que se encargan de filtrar y purificar la linfa que llega a ellos para deshacerse de todas esas toxinas y desechos que queremos expulsar de nuestro cuerpo. Por ello, conducir el flujo de linfa hacia ellos estimulará el funcionamiento de este sistema para favorecer la filtración, purificación y evitar la acumulación de líquidos.
En conclusión, el drenaje linfático es una técnica terapéutica que puede ofrecer gran variedad de beneficios para la salud y bienestar, mejorando el funcionamiento del sistema linfático, de la respuesta inmunitaria y promoviendo la eliminación de toxinas y desechos del cuerpo. Por ello, trabajar sobre él, ya sea de forma manual o mecánica, resulta una técnica suave y efectiva que es beneficiosa para personas de todas las edades y condiciones físicas.